A la invitación de Carlos, no podíamos decir que no, echando un cable a un grupete y aprendiendo de nuestro maestro, nos dirigimos el Nacho y servidor a Buitreras, permiso de por medio, que ya nos han largao pa atrás alguna vez.
Pues, que decir, barranco de Andalucía por derecho propio, me gustaría verlo a tope de agua, pero perfecto para mí. De estas veces en las que me he sentido un auténtico privilegiado por vivir uno de esos lugares que se quedan en la retina por mucho tiempo. Simplemente genial.
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