Gracias a Xisca y Santi, que nos prestaron un libro de las cuevas de Mallorca, casi sin tiempo, decidimos visitar al menos una sencillita (no teníamos nada de material), para ver algo del subsuelo mallorquín.
La aproximación fue cortita, algo más de una hora si descontamos el almuerzo, y preciosa. eso sí, en el día de más calor de todo el verano de la isla, casi con total seguridad por lo que nos comentaron. Como llevábamos agua en cantidad, no hubo ningún problema, y la subida la hicimos a tope pa quitárnosla de en medio rapidito.
La cueva, simplemente alucinante, con una densidad de espeleotemas difícilmente igualable. Gours alucinantes, coladas, excéntricas, columnas, lago... de todo. Pero, lamentablemente, casi todo destrozado, y es que poner una escalera en el pozo de entrada (7 metros según la guía), desgraciadamente influirá en que gente se hayan llevado a casa cientos de formaciones para adornar algún cajón. Una auténtica pena, que una idea que facilita el acceso a personas que de otra forma no bajarían, haya, problemente, tenido este efecto negativo.
Muy poco desarrollo, pero para estar dentro un buen rato, oyendo el tenebroso rugido del sifón del lago, con los movimientos del mar. Y es que más de una vez quieres gritar eso de ¿hay alguien ahí? a la luz de tu tenue frontal que no alcanza a ver de donde viene el ruido de un monstruo saliendo del agua (que es lo que parece...) Saludos!!
P.D.: Brico del día, fabricarse un casco con la funda de la cuerda. Digan lo que digan, me sirvió. Aunque no tuve tiempo de someterlo a las normas de la CE, de nivel III.
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